Una de las grandes interrogantes que plantea el escenario luego de las clases remotas por la pandemia del Covid-19, y las subsecuentes medidas establecidas por el Gobierno Peruano, es de que forma inciden estas en la salud y estabilidad mental de los maestros y alumnos.
Entre muchos otros retos que los docentes enfrentaron al inicio de la pandemia, se han visto forzados a salir de su entorno y han tenido que adecuarse a un dominio casi cotidiano e intensivo de las herramientas informáticas y, por sobre todo, a replantear estrategias idóneas para poder cumplir a cabalidad con uno de sus objetivos más relevantes: fungir no solo como facilitadores y pedagogos, sino además constituirse en un soporte emocional para los estudiantes bajo su tutela. Una labor sin duda demandante, es la del Personal Docente, ello porque su trabajo implica la relación directa, articulada y permanente con sus estudiantes, apoderados y colegas. Esto lleva a que se involucren con todo su ser en la labor pedagógica, ya que se espera que empaticen con todos, se comuniquen de manera efectiva, escuchen activamente, que sean modelos de comportamiento para sus estudiantes.
En ese sentido, siguiendo los lineamientos del Ministerio de Educación, durante el periodo vacacional de nuestros estudiantes, nuestro personal docente de los Liceos Navales de Lima, Callao, Iquitos y Paita, fueron capacitados por profesionales en educación de la editorial SM-Libut, en los temas “Educación emocional”, “El reto de la educación híbrida en la escuela del siglo XXI” y “Cooperar para aprender”.
Gracias a esta interesante capacitación, nuestros docentes vienen poniendo en práctica lo aprendido, valorando su importancia, proponiendo actividades que los lleven a plantear acciones desde el aula para incorporar estos elementos en su práctica pedagógica.